lunes, 16 de diciembre de 2013

"NO QUIERO SOBREVIVIR, QUIERO VIVIR"


12 AÑOS DE ESCLAVITUD. Dirección. Steve McQueen. Guión: John Ridley ( basado en la biografía de Solomon Northup) Fotografía. Sean Bobbitt. Música: Hans Zimmer. Intérpretes: Chiwetel Ejiofor, Lupita Nyong'o, Michael Fassbender, Bennedict Cumberbacht, Brad Pitt, Sarah Paulson, Paul Dano, Paul Giamati, Alfre Woodward.

 Imaginad que de la noche a la mañana os convierten en esclavo a la fuerza; imaginad que un día estáis tranquilamente en vuestra casa y al día siguiente sois humillados y torturados por el más mínimo motivo. Imaginad también que, pasado un tiempo, sólo parecen existir dos alternativas: intentar sobrevivir o la muerte. Este es el planteamiento de una de las producciones más esperadas del año: "12 años de esclavitud".
 Cuando una película viene precedida de tantos elogios , siempre es una alegría sentarse en una sala de cine y comprobar que, efectivamente, los comentarios previos estaban en lo cierto. De entrada, uno puede pensar que va a ver un drama de corte clásico y estilo convencional, pero si se conoce la breve filmografía de su director, el británico Steve McQueen ("Hunger" y "Shame"), rápidamente se aprecia su toque personal.

Steve McQueen en su presentación del film en España (rtve.es)

 La impactante historia real de Solomon Northrup está narrada de manera original, con unos bien colocados saltos en el tiempo y una curiosa manera de enlazar unas escenas con otras. Además, destaca en McQueen  su cuidado en determinados detalles visuales: unos encuadres bien escogidos que dotan de fuerza a las secuencias y algunos simbolismos que, aunque evidentes, son tremendamente efectivos. 

Chiwetel Ejiofor ("Melinda&Melinda", "Negocios ocultos", "Pisando fuerte")

 Pero quizás donde este gran director acierta al máximo es en el tono con el que trata la cruel y despiadada tragedia de la esclavitud. Evidentemente, la película tiene momentos muy duros que no dejarán indiferente al personal, pero impera la sobriedad y el rechazo a recursos de emoción fácil. A McQueen no le hacen falta empalagosos acompañamientos musicales, de hecho, la composición de Hans Zimmer destaca por su sutileza y por lo bien intercalada que está a lo largo de la película. Tampoco opta por recrearse de manera gratuita en el sufrimiento, ya que la extraordinaria historia de su argumento conmueve por sí misma y cualquier emoción provocada es auténtica y digna del cine de la mejor calidad.

Michael Fassbender fue protagonista en los dos anteriores films del director.

Mención aparte merece el nutrido reparto del film, capitaneado por un inmenso y conmovedor Chiwetel Ejiofor. Además, no hay que olvidar el escalofriante trabajo del actor fetiche de McQueen, Michael Fassbender como dueño de una de las plantaciones y la desgarradora y brutal interpretación de la debutante Lupita Nyong'o. 

Este es el primer papel en el cine de Lupita Nyong'o, actriz que dirigió un documental en 2009 sobre la discriminación de los negros albinos en Kenia.

Sin duda estamos ante uno de los mejores estrenos de 2013, una de esas películas donde todos sus elementos se complementan a la perfección sin entorpecerse y donde se obra el milagro del buen cine, el de conseguir una película sobresaliente en todos sus aspectos. Imprescindible.

CALIFICACIÓN: 9

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