sábado, 27 de abril de 2013

¡QUE VIENEN LOS DEL GAS NATURAL!


TIERRA PROMETIDA. Dirección: Gus Van Sant. Guión: Matt Damon y John Krasinsky. Fotografía: Linus Sandgren. Música: Danny Elfman. Intérpretes: Matt Damon, John Krasinsky, Frances McDormand, Hal Holbroock, Rosemarie DeWitt, Lucas Black.

En 1997 Matt Damon y su amigo Ben Affleck sorprendieron con su faceta de guionistas en "El indomable Will Hunting", película que dirigió Gus Van Sant y que supuso el Oscar al mejor guión original para la joven pareja de actores. Unos cuantos años después, Van Sant y Damon volvieron a coincidir en "Gerry" y ahora han querido repetir el éxito con "Tierra prometida". Damon ha vuelto a la escritura cinematográfica pero esta vez  no ha sido con la ayuda de su amigo Affleck, quizás más ocupado en sus exitosos trabajos de dirección, sino con la de otro actor: John Krasinsky. Damon y Krasinsky escriben y protagonizan esta historia sobre la llegada de unos ejecutivos de una empresa de gas natural a una apacible comunidad agrícola. La pendiente decisión del pueblo de acceder a la explotación de sus terrenos y la aparición de un ecologista dispuesto a frenar el proceso, marcarán el conflicto entre sus protagonistas.

John Krasinsky, conocido por la serie "The Office"


 Mientras el film avanza, se percibe fácilmente la solidez del producto: un guión bien elaborado tanto en sus diálogos como en los matices de sus personajes; un argumento interesante; un trabajo actoral efectivo; un buen ritmo narrativo... En definitiva, un ejemplo de corrección cinematográfica. Pero ni siquiera con un arriesgado giro argumental en su tramo final, el film consigue trascender e implicar al espectador como sería deseable. Parece como si le faltara algo de fuerza al asunto, y es esa carencia de pasión en lo que se cuenta lo que impide que llegue a ser una película excelente.

Damon con la siempre magnífica Frances McDormand

Rosemarie DeWitt ("La boda de Rachel", "El amigo de mi hermana") una estupenda actriz que merece mejores papeles.

 Gus Van Sant retoma su estilo más academicista y tradicional que tan buen resultado le dio en "Mi nombre es Harvey Milk" o la citada "El indomable Will Hunting" y vuelve a despojarse de su lado más indie propio de films como "Elephant" o "Mi Idaho privado". En cualquiera de los dos estilos Van Sant ha demostrado ser un director notable, pero esta vez, aunque el resultado es bueno y satisfactorio, no llega a ser redondo.


CALIFICACIÓN: 6-7

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