viernes, 18 de julio de 2014

¡FELICIDADES DONALD!

Donald Sutherland en la saga "Los juegos del hambre"

 Ayer cumplió 79 años uno de los actores más versátiles del cine internacional: Donald Sutherland. Nunca ha sido una estrella con legiones de seguidores, pero Sutherland es uno de esos actores que siempre ha estado allí y sus trabajos han supuesto un aporte de calidad fuera cual fuera la película donde intervenía.
 Desde su Canadá natal, Sutherland empezó a formarse como actor desde bien joven y es que no estamos ante uno de esos casos en los que uno llega a la interpretación por casualidad; lo suyo fue vocación desde siempre.
 A finales de los sesenta llamó la atención su intervención en "Doce del patíbulo" y a comienzos de los setenta empezó a destacar en papeles cómicos como "Los violentos de Kelly", "El fabuloso mundo de Álex" y sobre todo la satírica "M.A.S.H." de Robert Altman. 
 Pero pronto la crítica y el público vieron en él un perfil dramático en películas como "Klute" o "Johnny cogió su fusil". Sin embargo, su carácter más polifacético quedó plenamente demostrado cuando Fellini lo requirió para encarnar al seductor Giacomo Casanova en "Il Casanova" en 1976.

Sutherland con Elliot Gould en "M.A.S.H."

Caracterizado como Casanova

Es evidente que nunca ha tenido un físico de galán ni héroe romántico, sus rasgos son más propios del típico villano de la película y así lo ha aprovechado en numerosos títulos. Quizás su personaje más perverso es el de Attila en "Novecento", una de las obras cumbre de Bernardo Bertolucci, donde protagonizó una de las escenas más terribles que he visto jamás en una pantalla, aquella en la que mata a golpes a un niño. 

Su personaje más impactante y despiadado en "Novecento"

 Personalmente, nunca olvidaré como me metió el miedo en el cuerpo cuando siendo un niño vi solo en mi casa "La invasión de los ultracuerpos". (SPOILER) La escena final en la que Sutherland delata a una de las pocas supervivientes me produjo un escalofrío tremendo y el rostro de Sutherland con su dedo en alto me persiguió durante varias noches de pesadilla. Vista ahora, la escena es hasta graciosa.




Pero Sutherland es tan buen actor que puede pasar de ser la más pura encarnación del mal a hacerme saltar las lágrimas en un emotivo papel como el de "Gente corriente" de Robert Redford. Que todos sus compañeros de reparto salvo él fueran candidatos al Oscar es una de las más flagrantes injusticias cometidas por una Academia Hollywoodiense que nunca le ha considerado como se merece. En esta película encarna a un padre que lucha por mantener unida a una familia tras la trágica muerte de uno de sus hijos. Sus escenas finales tanto con Mary Tyler Moore como con Timothy Hutton son de aplauso.


Sin embargo, Sutherland no sólo destaca por su capacidad de estar perfecto en cualquier registro que se le ponga por delante, además tiene ese don de los grandes intérpretes de hacer que su presencia haga más interesante una producción que en un principio no me resultaba nada apetecible. Me refiero a su personaje del benévolo, sosegado y paciente Sr. Bennet en "Orgullo y prejuicio", un trabajo sobresaliente que, con perdón de los seguidores de la obra de jane Austen, me parece lo mejor de la película.

"Orgullo y prejuicio"

Podría seguir y seguir citando papeles memorables de Donald Sutherland como los de "El ojo de la aguja", "Una árida estación blanca" o "Citizen X"... Y es que tiene en su haber más de cien títulos, lógicamente no todos son buenas películas pero es un intérprete que a sus recién cumplidos 79 años no ha dejado de trabajar. Espero que algún día alguien con más relevancia que este humilde blog le haga el homenaje que se merece.

¡Felicidades Donald!


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