CITIZENFOUR. Dirección: Laura Poitras. Fotografía: Kirsten Johnson, Trevor Paglen, Katy Scoogin y Laura Poitras. Documental.
Personalmente me da especial rabia cuando después de una búsqueda inocente de cualquier producto en internet, no paro de encontrarme posteriormente anuncios en páginas web que, casualmente, destacan el producto que buscaba. Ese rastro que dejan nuestras búsquedas particulares y que son aprovechadas al máximo por esa especie de "gran hermano" global que es la red, no son nada comparado con lo que nos ofrece "Citizenfour".
En este documental ganador del último premio Oscar, se cuenta el caso de Edward Snowden: un joven norteamericano, antiguo empleado de la NSA (Agencia nacional de Seguridad) y de la CIA, que desveló en 2013 una serie de informaciones que acusaban al gobierno estadounidense de estar utilizando programas de vigilancia ilegal sobre llamadas telefónicas y búsquedas de internet realizadas por personas anónimas no sospechosas de ningún delito.
Edward Snowden y el periodista Glenn Greenwald.
El filme comienza con un bombardeo de datos y un chorreo de jerga informática y legislativa que podrá aturdir a algún espectador o incluso conseguir que deje de implicarse en el asunto. Sin embargo, si aguantáis esta densa primera media hora, la película comienza a fluir como un auténtico thriller de espionaje. Lo que en un principio era un esfuerzo por prestar atención, se convierte en una apasionante trama que cala especialmente por ser lamentablemente real. Sin necesidad de un montaje dinámico ni de un ritmo trepidante, el filme engancha y consigue momentos realmente tensos. Esa manera de retratar a Snowden, con una sencillez apabullante, con ese aspecto de buen chaval, hace que valoremos aún más la valentía y el sacrificio personal que han supuesto sus revelaciones.
Snowden y su novia durante su asilo político en Rusia.
Pero lo peor y al mismo tiempo lo mejor de este buen ejemplo de cine documental, es la sensación escalofriante que nos deja: la de que nuestra libertad, si es que queda algo de ella, puede ser violada en cualquier momento y en cualquier lugar por las causas más hipócritas y caprichosas. ¿Cuántas veces hemos oído en películas y series norteamericanas la dichosa réplica de "éste es un país libre"?... ¡Qué risa!... Y sobre todo ¡Qué miedo!.
CALIFICACIÓN: 7