CLASE PRÁCTICA PARA UNA NUEVA VIDA

APRENDIENDO A CONDUCIR. Dirección: Isabel Coixet. Guión: Sarah Kernochan. Fotografía: Manel Ruiz. Montaje: Thelma Schoonmaker. Intérpretes: Patricia Clarkson, Ben Kingsley, Grace Gummer, Sarita Choudhury, Jake Webber, Samantha Bee, Daniel Lavender, Matt Sallinger, Michael Mantell.

Wendy, una crítica literaria que vive cómodamente en Manhattan, ve como de la noche a la mañana su matrimonio se va al traste después de 21 años. Una de las tareas pendientes para comenzar una nueva vida es la necesidad de sacarse el carnet de conducir y por esta razón conocerá a Darwan, un taxista y profesor de autoescuela hindú. A partir de este momento, la complicadas vidas de ambos irán cambiando poco a poco a medida que se van sucediendo las clases prácticas de conducir.

 En esta ocasión, la directora Isabel Coixet dirige una película en la que no es autora del guión, algo que ya ocurrió en "Elegy" y en su próximo filme "Nadie quiere la noche". Este hecho puede llevarnos a pensar en que "Aprendiendo a conducir" es una película de encargo y que, por tanto, habrá una parte de su estilo personal que pueda perderse en el proceso. Esto sería una mala noticia si pensamos en conocidos guiones de Coixet como "Cosas que nunca te dije" o "Mi vida sin mí", pero puede ser algo bueno si recordamos la fallida "Mapa de los sonidos de Tokio".

Ben Kingsley y Patricia Clarkson.

 En cualquier caso, el guión lo firma Sarah Kernochan ("Sommersby", "9 semanas y media") y sinceramente es un trabajo notable y más que correcto, con diálogos estimables, personajes bien escritos y buenos detalles que hacen avanzar una interesante historia. Por su parte, Coixet no hace precisamente un ejercicio de estilo ni de cine de autor pero sí aporta sensibilidad y sutileza a esta bonita historia. 

 Pero sin duda, lo  mejor de la película es el magnífico trabajo de sus dos protagonistas que saben lucirse en dos personajes que parecen escritos a su medida. Sus miradas y silencios, bien calibrados por la directora, son un auténtico regalo para el espectador. 

 "Aprendiendo a conducir" es una película de esas que entra bien y mantiene el tono sin que nada chirríe especialmente ni te haga fruncir el ceño, como un viaje cómodo en un buen coche, sin baches ni frenazos... Valga la facilona comparación. Además, funciona como drama, comedia, crítica social, pero sobre todo, como una contenida y delicada historia sentimental.

 Sin embargo, algo pasa que no llega a ser una gran película; quizás  la aureola de cine pequeño, sencillo y sin grandes pretensiones que la precede y la envuelve durante todo su metraje, se vuelve en su contra e impide que llegue a sacudir y conmover realmente al espectador, quedando el conjunto en un muy agradable medio camino. En definitiva, una Coixet menos personal y nada arriesgada pero al mismo tiempo, una película eficaz y bonita.

CALIFICACIÓN: 7