EL GRAN GATSBY. Dirección: Baz Luhrmann. Guión: Baz Luhrmann y Craig Pearce (novela de F. Scott Fitzgerald) Fotografía: Simon Duggan. Música: Craig Amstrong. Intérpretes: Leonardo DiCaprio, Tobey Maguire, Carey Mulligan, Joel Edgerton, Elizabeth Debicki, Isla Fisher, Amitabh Bachchan, Jason Clarke, Adelaide Clemens, Max Cullen.
No hay duda que el director australiano Baz Luhrmann tiene un estilo personal a la hora de filmar sus películas. Probablemente fue con "Moulin Rouge", su film más popular, donde dejó claro cuáles son sus rasgos característicos como cineasta: una cámara frenética, música anacrónica, recursos visuales propios de los videoclips y una firme tendencia al exceso. Por esta razón, era fácil imaginar cómo Luhrmann iba a plasmar el clásico literario de F. Scott Fitzgerald, sobre todo aquellos pasajes de la novela en los que se describe al detalle las multitudinarias y espectaculares fiestas del millonario. De hecho, cuando el personaje de Tobey Maguire entra por primera vez a la mansión de Gatsby, recuerda irremediablemente a Ewan McGregor y su primera visita al jolgorio del Moulin Rouge. Es en estos momentos puntuales del film donde el toque Luhrmann da juego y resulta tremendamente atractivo.
Ahora bien, en absoluto todo son juergas en la vida de Jay Gatsby, ese icono del sueño americano que precedió a la Gran Depresión; ese héroe cargado de optimismo y esperanza que creó un imperio sólo por recuperar el amor de su vida... Ése, el Gran Gatsby, es un romántico desdichado que se oculta bajo el lujo y la extravagancia, y para transmitir la profundidad de su personaje quizás no haga falta tanto fuego de artificio. Si en "Moulin Rouge" el acelerado montaje no permitía que se apreciaran las coreografías de los números musicales, aquí el exceso de recursos visuales y el toque Luhrmann en general, resulta innecesario en algunos momentos e incluso llega a entorpecer que la propia historia y los matices de sus personajes fluyan como es debido hacia el espectador.
Dejando de lado estas cuestiones de estilo, la película no llega a desagradar y la poderosa historia creada por Fitzgerald consigue mantenerse viva entre tanto jaleo visual y sonoro. DiCaprio hace un trabajo más que solvente como Gatsby y el resto del reparto también convence, y eso que incluye a un actor al que personalmente no aguanto, Tobey Maguire. Por otra parte, es innegable el gran despliegue creado en el impresionante diseño de producción. En definitiva, una decente versión pasada por la centrifugadora histérica de Baz Luhrmann.
CALIFICACIÓN: 6
El otro Gatsby
Como sabréis, ésta no es la primera película que se hace de esta obra. En 1949 Alan Ladd protagonizó una primera versión y se hizo una película para televisión con Mira Sorvino, pero sin duda, la más conocida es la que realizó Jack Clayton en 1974 con Robert Redford y Mia Farrow y que consiguió 2 premios Oscar (vestuario y banda sonora adaptada)
El Gatsby de Clayton quizás gustará más a los amantes de la novela, no porque sea más fiel al texto, sino porque su estilo más clásico y comedido permite que nos centremos más en la historia. Por otro lado, este estilo tan diametralmente opuesto al de la versión moderna también peca de frío e impersonal y, en algún momento, puede resultar una película tediosa. Redford y Farrow hacen un trabajo tan estimulante como DiCaprio y Mulligan y a pesar de los detalles citados, la película resulta más que aceptable. Así pues, lo que le falta al film de Clayton le sobra al de Luhrmann. En definitiva, una versión que apostara por el término medio hubiera sido lo más deseable para que el resultado fuera realmente redondo.
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