lunes, 13 de febrero de 2012

CORRE CORRE CABALLITO...


CABALLO DE BATALLA. Dirección: Steven Spielberg. Guión: Lee Hall y Richard Curtis, basado en la novela de Michael Morpugo. Fotografía: Janusz Kaminsky. Música: John Williams. Montaje: Michael Kahn. Intérpretes: Jeremy Irvine, Emily Watson, Peter Mullan, Niels Arestrup, David Thewlis, David Kross, Eddie Marsan.

La amistad del ser humano por un animal siempre ha sido un tema más propio del público infantil. Normalmente, el resultado es de lo más almibarado y en muy contadas ocasiones, la combinación de actores y animales aguanta con dignidad el empacho de sentimentalismo. Me viene a la mente en este aspecto "Hachiko" de Lasse Halströmm, película que sin dejar su forzada emotividad está bastante bien llevada. Pero para "Caballo de batalla", la épica historia de un joven y su caballo durante la Primera Guerra Mundial, se ha contado nada menos que con Steven Spielberg, quizás el director que mejor ha sabido deleitar en una misma película a públicos de todas las edades.
Además, Spielberg también ha demostrado su talento y rigor en los dramas bélicos, por lo que el proyecto de "Caballo de batalla" parece un traje hecho a medida del director norteamericano.
Ahora bien, una cosa es la expectativa y otra la sensación que deja una vez vista. Y es que la irregularidad es lo que más define a esta película. A medida que el caballo va cambiando de dueños, el film transita de capítulos acertados y notables a otros donde todo resulta obvio, fácil y a veces hasta sonrojante.
Disfruto con lo magníficamente rodadas que están las escenas de guerra, con pasajes como el de los soldados enemigos tratando de liberar al caballo de la alambrada o con la parte protagonizada por dos hermanos desertores. Me maravilla también cómo la cámara sobrevuela trincheras, campamentos y campos de batalla. Y en lo que respecta a los actores, destacan pequeños papeles secundarios de grandes intérpretes europeos como Peter Mullan, Emily Watson o Niels Arestrup.



Sin embargo, todas estas virtudes chocan y chirrían con fragmentos de narración simplona que en ocasiones me sacan de la película. Momentos en los que el habilidoso toque comercial de Spielberg recurre a burdos trucos para encandilar al personal como algún abuso musical (Nada que objetar a la composición de John Williams) o a crear situaciones que hacen tambalear la credibilidad del espectador. Todo esto provoca que la película no sea en absoluto redonda y que la mezcla de sabores no termine de convencer a los paladares más exigentes.
En cambio, para aquellos que quieran pasar algo más de dos horas embelesados por bellísimas postales y dispuestos a recibir una historia bien presentada y sin grandes complicaciones, obtendrán un buen espectáculo cinematográfico.

El dato curioso:

"Caballo de batalla"  está basada en la novela juvenil de Michael Morpugo, pero antes de saltar al celuloide fue una exitosa obra de teatro en el West End londinense. Seguro que os preguntaréis cómo se puede reducir al escenario teatral la grandiosidad de espacios que exige la historia y por supuesto, cómo se resolvió el tema de los caballos protagonistas. La respuesta en este vídeo:


CALIFICACIÓN: 5


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