EL FRANCOTIRADOR. Dirección: Clint Eastwood. Guión: Jason Hall (basado en la autobiografía de Chris Kyle) Fotografía: Tom Stern, Música: Clinta Eastwood y Ennio Morricone. Montaje: Joel Cox. Intérpretes: Bradley Cooper, Sienna Miller, Like Grimes, Jake McDorman, Kyle Gallner, Keir O'Donnell, Erick Close.
6 NOMINACIONES AL OSCAR: MEJOR PELÍCULA, MEJOR ACTOR, MEJOR GUIÓN ADAPTADO, MEJOR MONTAJE, MEJOR SONIDO, MEJOR MONTAJE DE SONIDO.
Después de su simplemente correcto musical "Jersey Boys" hace sólo unos meses; Clint Eastwood nos presenta una nueva producción; lo que a sus 84 años es digno de admiración. "El francotirador" es una adaptación de la autobiografía de Chris Kyle, un soldado norteamericano que fue apodado como "leyenda" por haber matado a más de 150 personas en la intervención, mejor dicho, invasión, de los Estados Unidos en Iraq.
El filme nos cuenta la vida de este fancotirador y rápidamente captamos su personalidad: un hombre cuyo código de valores se rige, en este orden, por "Dios, país y familia" y que desde bien pequeño es educado para proteger a los indefensos. Su protección se centraba, básicamente, en eliminar como francotirador todas las amenazas que el ejército norteamericano padecía en sus diferentes incursiones en territorio iraquí.
El verdadero Chris Kyle con su autobiografía en la que se refiere a los iraquíes que mataba como "malditos salvajes"
(nydailynews.com)
Desgraciadamente, en todas las guerras los hombres se matan entre sí, pero Kyle nunca deja de pensar que con su labor en Iraq está protegiendo a los habitantes de su país, a miles de kilómetros de distancia. Salvo en momentos duros en los que es un niño el que se pone en su punto de mira, Kyle nunca vacila ni hace tambalear sus férreos principios... Y he aquí el gran problema, que a la película le ocurre lo mismo que a su protagonista; prácticamente no hay una invitación a la reflexión, al debate moral, ni mucho menos a la autocrítica. A lo largo de su narración hay más de una oportunidad para que el filme entre en estos menesteres, por ejemplo, ese hermano claramente afectado por la guerra al que Kyle mira extrañado pero que queda en el olvido rápidamente. Sólo hay trazas de antibelicismo en ese tímido retrato de los efectos posteriores a la guerra, pero todas estas opciones son tratadas muy por encima y de forma insuficiente. Eastwood desperdicia esa oportunidad de hacer una película con contenido realmente interesante y prefiere centrarse en la acción bélica.
Gran trabajo de Bradley Cooper.
Así pues, el filme nos muestra un duelo entre Kyle y un francotirador iraquí, malo malísimo, que parece una versión actual de "Enemigo a las puertas". Por supuesto, como filme de acción está perfectamente rodado y aporta escenas de máxima tensión donde Eastwood y su montador dan una buena muestra de su sobrada experiencia, pero su contenido parece absorbido por los principios del personaje interpretado por Bradley Cooper. Uno va viendo el filme esperando que salga a relucir ese Eastwood que nos regaló esa maravilla de cine bélico y ejemplo de imparcialidad que fue "Cartas desde Iwo Jima". Sin embargo, Eastwood parece refugiarse en sus brillantes tiroteos para confeccionar una peli claramente diseñada para aquellos norteamericanos que no ven más allá de sus fronteras. Para ellos, imagino que el filme es un glorioso homenaje que refuerza esa idea de que son el paradigma de la democracia y la libertad; ésos que piensan que sus invasiones en el extranjero son irremediables actos de defensa propia y protección de sus valores. Por contra, para muchos de los que estamos al otro lado del Atlántico, el punto de vista es diferente, y no nos emocionamos ante tal exhibición patriótica.
Cooper y el muñeco rígido que usaron como bebé y que tanto ha dado que hablar.
Y la verdad es que me da pena, me explico, yo sé que Eastwood siempre se ha decantado por la derecha republicana de su país, pero también sé que ha discrepado públicamente con dicho partido en más de una ocasión. No espero, ni mucho menos, que me cuente lo que quiero oír, pero sí que ofrezca un enfoque más arriesgado y no se escude en la glorificación de un dudoso héroe nacional que entregó su talentosa puntería a la eliminación de seres humanos.
¡Éste no es el Eastwood que yo esperaba!
Junto con su calidad técnica y narrativa en las escenas bélicas, el otro valor positivo del filme es el gran trabajo de Bradley Cooper, el actor está absolutamente entregado a su personaje y ofrece una interpretación muy veraz que ha sido bien recompensada con una tercera y consecutiva candidatura al Oscar. Estos dos factores que he citado son suficientes para que el filme se salve del suspenso, pero lo peor, quizás, es el temor de que éste sea el último filme de la carrera de Eastwood. No es una idea descabellada teniendo en cuenta su edad, y sería una lástima que el director de tantas grandes películas se despida, precisamente, con un filme que no está a la altura de su maestría.
CALIFICACIÓN: 5-6
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