DOS DÍAS, UNA NOCHE. Dirección: Jean-Pierre y Luc Dardenne. Guión: Jean-Pierre y Luc Dardenne. Fotografía: Alain Marcoen. Intérpretes: Marion Cotillard, Fabrizio Rongione, Pili Groyne, Simon Caudry, Catherine Salée, Batiste Sornin, Alain Eloy, Myriem Akkediou, Fabienne Sviascia, Olivier Gourmet.
La empresa en la que trabaja Sandra, una mujer que acaba de superar una baja por depresión, pone a sus empleados en la difícil tesitura de elegir entre su paga extraordinaria o que Sandra conserve su puesto de trabajo. Tras una primera votación en la que la gana el mantenimiento de la bonificación, Sandra consigue que convoque una segunda ronda y dispone de un fin de semana para tratar de convencer, uno a uno, casa por casa, a todos sus compañeros.
Hasta "Dos días, un anoche" sólo había visto dos películas de los hermanos Dardenne, suficiente para conocer su gusto por la crítica social y los dramas sin escapatoria. De la misma manera que en la estremecedora "Rosetta", una de sus primeras películas, el público empatizará con la protagonista y sufrirá con el corazón en un puño cada uno de los baches a los que se enfrenta. Gran parte de esta sensación se debe a esa grandísima intérprete que es Marion Cotillard. La actriz francesa lleva todo el peso de la película y poco a poco se va consolidando como la reina del drama a este lado del Atlántico.
Los Dardenne y Cotillard en la presentación del filme en Cannes.
(sensacine.com)
Me gusta ese modo de narrar que tienen los Dardenne, sin alardes ni efectismos en su técnica ni discursos panfletarios en sus diálogos. Así, la película resulta mucho más real , creíble y desprende una gran naturalidad. A veces hay que recordar a algunos directores que el público no es tonto y no necesitamos que nada sea excesivamente subrayado.
"Dos días, una noche" fluye sin complicaciones al espectador y es una perfecta combinación entre drama social y personal, donde se nos muestra sin prejuicios ni caricaturas todo tipo de comportamientos y reacciones del ser humano.
Una de las escenas más conmovedoras del filme.
Es cierto que el grueso de su trama pueda acabar resultando reiterativo a parte del público, pero la inquietud por conocer el desenlace mantendrá a todos los espectadores en vilo. Los Dardenne no sólo saben mantener esa curiosidad sino que además nos regalan un tramo final que echa por tierra cualquier opción previsible y supone un magnífico cierre a la cinta.
Fabrizio Rongione y Marion Cotillard
"Dos días, una noche" es, en definitiva, una película notable y recomendable. Además, sirve como reflejo sincero y nada manipulador de los crueles tiempos que vivimos, porque todos, en mayor o menor medida, hemos conocido a alguien que haya pasado por la misma situación de la protagonista.
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